He terminado de pagar una de mis tantas cuentas. Aunque solo se que es un alivio momentáneo, ya que pronto me veré en la obligación de complicar aun mas mi presupuesto con un trago mas fuerte, me doy el lujo de ver en la ultima colilla de pago en que se iba todos los meses una parte de mi sueldo:
- 3 libros de Editorial Titania (me abstengo a decir los nombres, para mas información visiten la pagina web correspondiente).
- 1 celular Nokia 6610 (que dolor de colon ¬¬!).
- 3 DVDS: “Snatch :Cerdos y Diamantes” (aparte de que sea dirigida y escrita por Guy Ritchie, el marido de Madonna, la película logra sacarme varias risas y risotadas ya que posee unos momentos de hilaridad gracias a sus personajes con características casi de comics que le hacen genial y muy, pero muy pasable); “Enemigo al acecho” (excelente película, que mas decir. Nos soy fanática de las películas bélicas y esta ya la había visto en VHS, recomendada por un amigo cinéfilo, y como era de esperarse, desde aquel entonces uní a mi lista de “objetos del deseo” a Jude Law, mi único e incomparable “lucero de la mañana”) y “Casablanca” (si, no me miren feo, son los gustos fílmicos de mi Señora madre... y ahora también míos).
Dadas las circunstancias actuales por las que atravieso – estoy desempleada hasta nuevo aviso. Si. Adiós a las visitas diarias, frecuentes y repetitivas a los foros de rol y de opinión de Harry Potter; Adieu a mis charlas internacionales a través del Messenger y Sayonara a todo el cachivache cibernautico a pedir de boca y a cualquier hora del día – me he visto sobrada de tiempo para hacer todo aquello que no podía hacer antes: dormir hasta las doce del día, mirar los nuevos capítulos de Inu Yasha, planificar mi futuro académico, ir al oculista (lo necesitaba de verdad, la paranoia me hacia creer que seria la próxima “Topacio” o “Esmeralda”) y como no, ver y rever las películas que tengo en mi poder en múltiples formatos.
Y como era obvio, ya las he visto todas y ya no me quedaba nada mas que ver.
Eso creía yo.
Siempre hay una peliculita guacha que se queda sin ser vista y revista: “Casablanca”.
La bien amada por mi madre.
Solo la había visto una vez y por pedazos en formato VHS. La había arrendado en el video club a pedido de mi progenitora y a instancias de ella la adquirí en DVD.
Dejando de lado las circunstancias de que sea una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial, que haya un romance de fondo y ese aire inocentón y nice de que “la unidad hace la fuerza” y que hay que sacrificar el bienestar personal por el bien común (sin decir que la película en su tiempo fue una especie de panfleto fílmico a favor de los aliados), nadie puede abstraerse de la oscura y anti-heroica presencia de Humprey Bogart.
“El cínico sentimental” como le decía el policía de nombre Renault, que viene siendo lo que Sancho Panza es para el Quijote. Aunque en este caso, un Quijote bastante sui generis si se habla de Richard Blaine, Rick para los amigos.
Aquel que no hacia nada que no le reportara beneficios, aquel que se declarara de nacionalidad borracho y que tenia al negrito Sam y su mítica “El tiempo pasara” para su deleite masoquista.
Un ser marcado por un romance frustrado y que llora sus penas al compás del piano, un puchito que fuma furiosamente, su gabardina café y su sombrero de gangster.
Maldita sea.
Siendo mujer, o si me hubiera tocado ser hombre (que razonamiento mas lógico ¬¬!), me habría gustado vivir todo lo que Rick vive, huir de lo que huye, mariconear a mis amigos y conocidos sin ningún pudor ni cargo de conciencia y amar solo por un día o por una noche...
Tal vez eso lo haría mi alter ego, porque yo, la que suscribe, never for ever...
Modestia aparte, soy un pan de Dios – amasado por el diablo, dirán mis amigas ^.^! – y tengo demasiados escrúpulos. Justamente es eso lo que mas falta le hace a Rick Blaine. Bueno, hasta cierta parte del film no mas. Después aparece la tal Ilsa (Ingrid Bergman) y la cosa se va al cuerno.
En lo que queda de este año ya no podré hacer nada que se califique de inmoral. Tal vez haré rabiar a mi madre al decirle que quiero estudiar fotografía en Puerto Montt, claro esta si soy aceptada, pero de ahí nada del otro mundo.
Y ya esta.
Se acaba el año.
Y me hecho como promesa de que tengo que hacer algo con mi vida. Cualquier cosa: estudiar fotografía a través de un instituto o a distancia, perfeccionarme en ingles o en computación, participar en un taller de danza, traficar armas para las guerrillas o ayudar al movimiento mapuche para recuperar sus tierras...
Cualquier cosa...
Aunque, pensándolo bien, para vivir la “Rick Life” deberé deshacerme de mis escrúpulos...
Ufff...
Creo que mas fácil me saldría volver a nacer.
Nacer en el infierno y no tener que descender a el.
Maldita sea.
