December 03, 2008

Contra las cuerdas


Kurosaki Ichigo y Kuchiki Rukia ("Bleach", manga Nº 116, pagina 50)

Ya comienza el ultimo mes del año y parece que no llego (en todos los sentidos) en las mejores condiciones a el.

¿Porque?

Se acercan múltiples exámenes finales de materias a las que "amo odiar" y "odio amar", mi presupuesto es paupérrimo, mas que nunca y el estrés no hace mas que acrecentar ese vació casi permanente en mi billetera.

Es vergonzoso lo que diré (o escribiré) pero dada las circunstancias y después de todo lo que he escrito en este blog ya no me queda pudor: plata que cae en mis manos se va a mi estomago, las ansias por saciar ese hambre atroz, que mas que hambre es pura ansiedad y nerviosismo me ha hecho gastar cantidades espeluznantes en comida de todo tipo: frapuccinos del Starbucks, cenas en "el mamut", churrascos alemanes del "domino" o los 2x1 en pizzas de todas las marcas y miles de cosas mas.

Gasto en estos gustos culinarios lo que me gastaría en abastecer de comida mi despensa en un mes.

Lo peor de todo es que me gasto plata que tiene un fin y un propósito: el mantenerme viva y con un techo aquí en Santiago..

¿Por que que esta urbe produce tal desorden en mi vida?, ¿acaso estoy fallando yo?, ¿donde carajos quedo mi disciplina o solo es mi reacción al cansancio y fatiga pre-fin de año?.

No se que hacer.

Para colmo no puedo sacarme ese lastre de las deudas con un par de casas comerciales, siento que estoy en un circulo vicioso del que no puedo salir.

Justamente hace unos días, en una reunión, mis compañeros hablaban de lo frustrante que es ser de clase media en este momento, sobre todo ahora con la crisis. el no ser pobre, ni tampoco rico, el de tener mas plata que un pobre pero solo lo justo, nada para el lujo y si a eso le sumas el ser estudiante de teatro...

Así me siento yo; eternamente frustrada, en todos los sentidos, frustrada y agotada.

Debería sentirme satisfecha porque por lo menos tengo que comer, me pagan la universidad, el lugar donde vivo, pero... siempre hay un pero que te aprieta el pecho haciéndote sentir culpable y a la vez miserable e inútil en tu propia existencia.

Deseaba vivir en esta ciudad, mas que nada en este mundo pero no así, no ha costa de mi salud mental, no a costa de la salud e integridad de mi alma.

Por el momento, para variar, sobrevivo...

2 comentarios:

Dreampicker said...

Eva, te entiendo. El ajuste de "vivir en casa" a ser "cuasi independiente" suele ser algo traumático... y te llena de deudas. Ni yo, que me alucino "algo independiente" puedo con todo el asunto de las cuentas y me duele ver mis billetes volar, jajajaja...

Encima -y no me lo vas a negar- la situación económica chilena asusta un tanto: mi tía vio que una de sus vecinas compraba "media zanahoria", porque estaba recarísima...al precio que nos cuesta a nosotros (peruchos) un kilo...

Valor, haz tu presupuesto -dejando un % para la joda- y disfruta de tu joven independencia...

Saludos, amis.

Viviana Alvarez said...

QUE MAS SE PUEDE HACER, SINO PISAR TIERRA... Y A MI QUE ME CUESTA MAS QUE LA CRESTA HACERLO XD, COMO BUENA LIBRA Y ESTUDIANTE DE ACTUACION.....

A VECES, ESTO DE ESTAR RELACIONADO CON EL ARTE TE HACE SER MUY IMPERMEABLE A CIERTAS COSAS, PERO TOTALMENTE INUTIL PARA OTRAS.

NI MODO, TODAVIA NO HE LLEGADO A LO DE LAS ZANAHORIAS QUE TU DICES PERO, DIOS NO LO QUIERA, ESTO SE VIENE PA PEOR.

BUENO, BESOS Y CUIDATE.

NOS LEEMOS.

PD: ENTRE ARTISTAS NOS ENTENDEMOS XXXXDDDD

 
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